
EDITORIAL: Grupo Editorial NORMA
PAÍS: Argentina (2007)
RESEÑA: Siento el frío de la pistola en la nuca casi antes de oír la puerta del baño abriéndose de golpe, el brazo flaco y lampiño de una persona que no alcanzo a ver me cruza el pecho y me hace girar en redondo, me abrocho rápido el pantalón y avanzo empujado desde atrás, pienso con culpa en que no tiré de la cadena, quizá ni funcionaba?. Así empieza la asombrosa historia de Ramiro Valestra, un joven porteño que es secuestrado por un chino pirómano, llamado Li, después de oficiar de testigo en el juicio que condenaba a este por haber incendiado once locales en la ciudad. A partir de ese momento, la inmersión del protagonista en la desconocida cultura china de las calles de Buenos Aires será completa. El autor logra un retrato muy especial y un tanto surrealista de un mundo dentro de otro mundo, de una cultura dentro de otra cultura. En ese forzado exilio interior en el barrio chino es donde empieza la nueva vida de Ramiro. Las extravagantes relaciones con todos los personajes que conviven en el restaurante chino Todos Contentos serán la clave para darle verdadero sentido a la vida del protagonista. Entre predicciones apocalípticas, choques culturales, complots en búsqueda de la verdad, fuegos artificiales, amores apasionados y chinos que no saben ir en bicicleta se entreteje la historia más hilarante que se ha escrito sobre la inmigración china en Argentina.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR: Ariel Magnus nació en 1975 en Buenos Aires. Entre 1999

OPINIÓN: Prometía ser una historia descabellada, emocionante y divertida, con ese humor tan argentino: irónico y destructivo. Pero se pierde en relatos, fantasías y sueños.
...en el juicio oral hablaron todos los psiquiatras... había desde un galán tostado hasta un pedófilo reprimido, estaba la dómina de tacos altos y cejas postizas y la desgraciada con cara de haber criado hijos delincuentes... coincidían en llamarse doctores los unos a los otros, en hablar con palabras que sólo ellos entendían y en que el acusado presentaba un leve retraso mental... yo los miraba y pensaba que no todo está perdido para el mundo occidental mientras dos personas se puedan poner de acuerdo para declarar insana a una tercera...