AUTOR: Elizabeth vom Arnim.
TRADUCCIÓN: Noemí Jiménez Furquet
PAÍS: Australia.
EDITORIAL:Hermida.
RESEÑA: Todo empezó con el anuncio de un castillo en Italia. Rose y Lotty, dos amas de casa que han sacrificado sus sueños por sendos maridos indiferentes, deciden alquilar la propiedad y pasar el mes de abril junto al mar, todo un desafío a las convenciones de sus matrimonios rutinarios e infelices. Para ayudar a pagar los gastos, buscan otras dos compañeras, lady Caroline, una joven aristócrata hastiada de la vida social, y la señora Fisher, viuda adocenada y picajosa que en su juventud conoció a todos los grandes hombres de la literatura victoriana. Las cuatro mujeres, que no se conocían, cambian el Londres lluvioso y sombrío por los soleados jardines italianos, pero el cambio que van a experimentar durante su convivencia será mucho más importante que unas vacaciones y marcará sus vidas de forma duradera, para dejar entrar de nuevo la felicidad y la esperanza.
Publicada en 1922, Un abril encantado fue un gran éxito en Inglaterra y Norteamérica, y la novela más conocida de Elizabeth von Arnim, gracias a su sentido del humor y su agudeza en el retrato del alma femenina. En 1935, Harry Beaumont la adaptó al cine, y en 1992 lo hizo Mike Newell, con Josie Lawrence, Miranda Richardson, Polly Walker, Joan Plowright y Alfred Molina en los principales papeles.
BIOGRAFÍA: (Sydney, 1866 - Charleston, Estados Unidos, 1941). Nacida en Australia, se trasladó de
muy joven al Reino Unido para completar sus estudios. Durante un viaje a Italia con Katherine Mansfield, prima y amiga suya, conoció al barón von Arnim, con quien se casó y fue a vivir a Pomerania. Allí escribió Elizabeth and her German Garden (1898), una novela autobiográfica que obtuvo un gran éxito. Tras la muerte de su marido, en 1910 se trasladó con sus cinco hijos a Suiza. Allí mantuvo una relación amorosa con H. G. Wells. Poco después se fue a vivir a Londres y se casó con John Francis Russell (hermano del filósofo Ber trand Russell), de quien no tardó en divorciarse. Parece que este catastrófico matrimonio la inspiró para crear al protagonista de Vera, que publicó de forma anónima en 1921. Después del divorcio hizo una larga estancia en Castello Brown, en Portofino, que probablemente es el castillo medieval que le inspiró esta historia. Fue una de las épocas más felices de su vida, y la sensación de libertad y de contacto con la naturaleza que alcanzó entonces se respira en esta novela, en la que se exhorta a las mujeres a tomar decisiones por sí mismas, prescindiendo de la opinión de sus maridos.
OPINIÓN: Entretenida.
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