jueves, 5 de diciembre de 2019

RESPIRACIÓN ARTIFICIAL

AUTOR: Ricardo Piglia.
TÍTULO ORIGINAL: Respiración artificial. (1980)
PAÍS: Argentina.
EDITORIAL: Anagrama (2013)
RESEÑA
En una encuesta realizada recientemente entre cincuenta escritores argentinos, Respiración artificial fue elegida como una de las diez mejores novelas escritas en aquel país. Se trata no sólo del único libro memorable publicado durante el período de la dictadura militar (la edición original es de 1980), sino también de una espléndida ficción que se convierte en espejo de la historia, de una novela que, utilizando la estructura de la novela policíaca –para Piglia éste es uno de los géneros fundamentales de la literatura contemporánea-, puede leerse como una indagación sobre los enigmas de épocas convulsas, de personajes oscuros.

El joven escritor Emilio Renzi –que reaparecerá luego en otras obras de Piglia- ha escrito su primer libro, la narración conjetural de una historia que circulaba en su familia en varias versiones. Y es entonces, tras la publicación de aquel relato de equívocas traiciones y castigos, cuando Renzi conoce por fin al protagonista, su tío Marcelo Maggi. A finales de los años setenta, Maggi vive en provincias, en una ciudad fronteriza, dedicado a descifrar las cartas y papeles de Enrique Ossorio, el secretario privado de Juan Manuel de Rosas, un personaje que habría podido ser un héroe, y de quien se sospecha que fue un traidor. De Renzi a Maggi, y de éste a Ossorio: casi sin darnos cuentas hemos retrocedido ciento treinta años y se ha borrado la frontera entre literatura e historia, entre realidad y ficción. Ossorio se suicidó en Chile, en 1850, poco antes de la caída de Rosas, después de un vertiginoso exilio.
En sus largas conversaciones, Renzi y Maggi, intentan aclarar ese y otros muchos enigmas. Y también encontramos al polaco Tardewski (detrás del cual se esconde, o quizá se muestra, la figura del genial Witold Gombrowiccz), quien refiere un encuentro tan posible como inverosímil entre Hitler y Kafka en la Praga de los años veinte; y al paranoico Arocena que, como un lector de novelas policíacas, busca en cada frase la clave que permita descifrar el enigma entero. Y así, a través de exilios y cartas, de libros y de retazos de historia, de vidas desgarradas y relatos inconclusos, se trama una de las novelas más radicalmente originales y atractivas en castellano de las últimas décadas. Respiración artificial es la irrefutable respuesta a quien se pregunten por qué, tras la muerte de Borges y Bioy Casares, Piglia es considerado el mayor representante vivo de la literatura argentina.
BIOGRAFÍA: Ricardo Piglia (Adrogué, 1940-Buenos Aires, 2017) es unánimemente considerado un clásico de la literatura actual en lengua española. Publicó en Anagrama sus cinco novelas, Respiración artificial, La ciudad ausente, Plata quemada (llevada al cine por Marcelo

Piñeyro; Premio Planeta Argentina), Blanco nocturno (Premio de la Crítica, Premio Rómulo Gallegos, Premio Internacional de Novela Dashiell Hammett y Premio Casa de las Américas de Narrativa José María Arguedas) y El camino de Ida; los cuentos de Nombre falso, La invasión y Prisión perpetua; y los textos de Formas breves (Premio Bartolomé March a la Crítica), Crítica y ficción, El último lector Antología personal, que pueden ser leídos como los primeros ensayos y tentativas de una autobiografía futura, que cristaliza en Los diarios de Emilio Renzi, divididos en tres volúmenes. Piglia fue galardonado también con el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, el José Donoso, el Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, el Konex y el Formentor de las Letras. La acogida crítica de este autor en España ha sido realmente excepcional: «Espectacular desembarco» (Ignacio Echevarría, El País); «Una de las cabezas más lúcidas del actual panorama latino hispanoamericano, no sólo argentino» (Joaquín Marco, El Mundo); «Hay pocos escritores necesarios que estén demostrando, hoy día, la vitalidad de sus propuestas intelectuales» (Jordi Carrión, Avui); «Ricardo Piglia, el clásico rebelde»  (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia).
OPINIÓN: Muy aburrido.

COMIENZO: ¿Hay una historia? Si hay una historia empieza hace tres años...

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