jueves, 1 de julio de 2010

LA NIÑA Y EL CIGARRILLO


TÍTULO ORIGINAL: La petite fille et la cigarette. (2010)
AUTOR: Benoît Duteurtre.
TRADUCCIÓN: Esther Aizpuru, Rebeca Le Rumeur.
PAÍS: Francia.
EDITORIAL: Tusquets. (2010)
RESEÑA: Una sátira sobre las memeces del mundo contemporáneo.¿Hay algo más grave que fumarse un cigarrillo en un lugar prohibido? Sí, hacerlo delante de un niño. Y además reírse a carcajadas, como hace Duteurtre, de una ciudad que se rige por dos dogmas: «fumar mata» y «los niños son sagrados». En un lugar así es fácil que un inocente acabe entre rejas, y que los culpables de las muchas formas de matar que ampara la ley se vayan de rositas. Pero este no es nuestro mundo, ¿no? Es el del genial Duteurtre. Pasen y lean. Los niños primero, por favor. Y apaguen sus cigarrillos: es una orden..., digo, una ley.«Lo que más admiro en La niña y el cigarrillo es la claridad con la que desenmascara la fundamental estupidez del mundo moderno, el humor negro que transforma el horror es una fascinante danza macabra».Milan Kundera«Una joya para leer, pero una joya alarmante».Le Monde«Divertida a la vez que inquietante».Chicago Reader«Duteurtre es el enfant terrible de la modernidad».Etienne de Montety, Le Figaro Magazine.
BIOGRAFÍA: Benoît Duteurtre (Sainte-Adresse, Francia, 1960), novelista, ensayista y crítico musical, publicó en 1982 su primer texto en la revista Minuit, y desde entonces ha publicado dieciséis novelas, entre las que destacan Sommeil perdu (‘Sueño perdido’, 1985), Tout doit disparaître (‘Todo debe desaparecer’, 1989), Les malentendus (‘Los malentendidos’, 1999), Ballets Roses (‘Ballets rosas’, 2009), y Le voyage en France (El viaje a Francia, Odisea Editorial, 2001), obra por la que recibió el premio Médicis. Su escritura clara, sin preciosismos, y su mirada irónica sobre la sociedad contemporánea han suscitado tanto polémica como admiración. La niña y el cigarrillo, que aparece por primera vez en castellano, ha sido traducida a más de una docena de lenguas.
OPINIÓN: Una visión irónica de este mundo esperpéntico en el que vivimos.

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